dead christmas

Donde había carácter simplemente sagrado, fue apareciendo carácter familiar.
Y donde había carácter familiar, la tradición se convirtió poco a poco en mero interés comercial.
En estas fechas, en algún lugar del mundo, un niño estará exigiendo su presente de forma imperativa, a unos padres que estarán demasiado ocupados con sus asuntos y que sólo participan en esta comedia por orden de la todopoderosa tradición plástica inculcada por la divina, divina TELEVISIÓN, mientras un miserable recién nacido de porcelana yace olvidado a los pies de un abeto sintético o de la figura san Nicolás sodomizada por nuestra querida COCA-COLA.

Mientras haya excursiones al corte inglés, reposiciones de la peli aquella del swarzenegger que tiene que hacer lo imposible por comprarle a su hijo el monigote del plagio de radioactivo man, y calefacción en casa para no helarse las pelotas, a nadie parece importarle…